Los árboles diluyéndose, los prados corriendo a toda prisa por los montes, el río caudaloso salpicando desaforadamente, las nubes agrupándose en el cielo y las luces parpadeando desacompasadas. ¡Es increíble!
Todo estaba quieto, yo en movimiento y la velocidad como protagonista.
Eduardo López
Imagen por Eduardo López