Vienen solos porque alguien crea atracción hacia ellos. No se alcanzan de un día para otro. Los éxitos cierran etapas y largas trayectorias. También concluyen difíciles batallas donde la paciencia continúa creciendo sin miedo. A veces nos confundimos, no es un premio material que se adquiere y se acabó. El camino hasta llegar a esa victoria deseada es el verdadero y soñado éxito. Considero estar en esa etapa y mi mayor regalo es alcanzar mis objetivos sin perder los nervios. Una vez más vuelvo a despertarme positivo. Las prisas nunca sirvieron de mucho. Por ello me preocupo de dejar huellas de amor en los demás, compartir mi vida sin esperar nada a cambio y no parar de hacer lo que me hace feliz.
Ya encontré mi éxito y este se basa en trasladar todas mis emociones al papel con el fin de daros lo mejor de mí.
Eduardo López