Allí nos esperan los mejores y la esperanza barniza los sueños hasta el reencuentro. Todos estamos condenados a un final intocable. Aún así se fueron demasiado pronto quienes menos lo merecían. Por ello y por ellos debemos acariciar con pasión cada salto que damos en el tiempo. No nos quedamos atrás por haber empezado más tarde. Debemos aprovechar nuestro momento de recolecta. Esa gran cosecha que tantos otros cultivaron para darnos la posibilidad de iniciarnos en este agitado mundo. Es hora de reconocer lo que algún día llegará. Parece sencillo y algunos se fueron sin darse cuenta. En cada uno está el aceptar o perder la oportunidad de aproximarnos a la verdadera realidad.
Solo hay una solución: disfrutar de la ocasión que nuestros padres nos dieron.
Eduardo López
Precioso Eduardo
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Muy bueno Eduardo, escribes y expresas lo que piensas y sientes de maravilla
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Las palabras expresan lo que sentimos y adoramos, pulen nuestra sapiencia y orgullo y dan una realidad de lo somos. Me gusta leer lo que escribes y agradezco que fluyan por esos dedos tantísimo talento y expresiones llenas de sinceridad y amor.
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¡Muchas gracias! Seguiremos tratando de expresar y del mismo modo compartir con los demás nuestras ideas.
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