Existen gestos que endulzan los despertares. Acompañados con sonidos rechiflando y con el aire de frente, se topan de lleno contra la realidad rutinaria.
Esos detalles crean la escenografía que me acompaña en cada función, pero hay un decorado y es preciosa mi bahía, que la contemplo con el alma marinera en un puño y la sal escamada en mi olfato.
Todo un cuadro, donde el reflejo surge al verte reflejado.
Eduardo López
Imagen por Eduardo López