Ellos y yo, juntos, formábamos un enorme y extrovertido grupo. Corría uno y todos le seguíamos, saltaba otro y todos brincábamos tras él. Y como siempre la hoguera hubiera sido mejor, porque un atrevido se separó y el resto inútilmente nos dividimos.
De repente nos encontramos y todo parecía continuar como antes, se llama conexión, se llama amistad.
Eduardo López
Imagen por Eduardo López