Buenos días… Y el café se suicidó en la taza por sobredosis de cafeína.
Buenas tardes… Y la siesta se escondió tras el sueño al ser perseguida por la pesadilla.
Buenas noches… Y la luna luchó contra mí, con el fin de mostrar la verdad con sus difuminados destellos.
A cada parte del día le corresponde una enérgica sonrisa.
Eduardo López
Imagen por Eduardo López