Anticipando o cagándola

Hay bocas impulsivas donde la fuerza cae por su propio peso. De ellas surgen ideas desgarradas con gritos y enfados. No hay sin duda tarea más complicada que controlar la radicalidad de nuestros actos. Aun así la ira sobrepasa sus límites. Cuando los ánimos se tensan, el cuello y la mandíbula pasan a ser protagonistas. La mirada expectante, vasos rotos, tachones sin sentido y las pulsaciones en su mayor delirio.

Más sencillo es tomar aire antes de hablar.

Eduardo López

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto:
search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close