El tic tac suena en mi mente y efectivamente el tiempo permanece vivo. Ese sonido imparable me recuerda dónde me encuentro. Me avisa sin rodeos que los años pueden pasar. Entonces cruje un nuevo pensamiento, una nueva creación. Lo importante es llenarse de emociones los bolsillos. Para qué guardarnos lo mejor para el final, empecemos en este instante a disfrutar de cada segundo. Rechacemos cualquier paranoia que nos haga débiles y sigamos disfrutando, sea como sea.
Señales del cuerpo e ideas.
Eduardo López
Estás que te sales Eduardo
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Gracias Gustavín:)
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