Se interponen diariamente incontables miradas, tropezamos millones de veces en la misma y afilada piedra, sin embargo, nos acostamos sonrientes. Si no lo has hecho, techo. Toca estiramiento ocular, párpados dados de sí y mente a rebosar de ideas. -¡Qué de abstracción bolígrafo!- En realidad debemos sentirnos orgullosos de vivir, de tener tiempo y aceptar los finales injustos. Ya existe un lugar para la muerte, nuestra labor principal es no arrepentirnos de lo ocurrido, apretar los dientes con la excitación y seguir marcando trayectorias lejanas para algún día alcanzar los sueños en los que como tú nunca nadie va a confiar.
Déjate de excusas, hoy ha sido un buen día.
Eduardo López
Eduardo López