Los pasos comenzaban a agotarse debido a las calzadas llenas de trampas, en definitiva no son más trucos para cegarse de la realidad. Empiezo a comprender demasiadas cosas y estoy perdido en mis errores y obsesionado por encontrarme con los aciertos. Recuerdo que mi mente quería evadirse, irse lejos donde los placeres me abrazaran sin arrepentimiento. Fue una etapa de puro aprendizaje, no se puede volar sin alas pero la poderosa mente puede viajar, saltar y elevarse hasta donde tú se lo permitas. Hoy me doy cuenta que la falsa felicidad me aleja de la realidad que persigo. ¿Qué me faltan? ¡Nuevos caminos!
Coge y suelta sin miramiento, sino te conviene, quizás el cambio de planes y acompañantes te permitirá encontrar tu objetivo más importante.
¡Vive tu vida a tu manera!
Eduardo López
Imagen por Eduardo López