Los pies vestidos de gala con los zapatos más rotos del zapatero. Las vibraciones marcando los titubeos y los espasmos afectando a las articulaciones. El volumen sube y los oídos en coma piden impacientes más y más latigazos musicales… ¡Explosión de energía!
El cuerpo escuchando la música y el baile aprovechando cada segundo.
Eduardo López
Imagen por Eduardo López