Me encuentro sentado en un banco con la mirada perdida aunque mi rostro resalta con una gran sonrisa. El reloj y el instante mantienen breves y veloces conversaciones mientras mis comisuras se estiran provocando una potente risa. Todos ríen, todos disfrutan, pero se van, y luego, ¿sabes? ¡El recuerdo disecado brota de alegría!
Nacer para reír, crecer entre risas y morir riéndote de la vida.
Eduardo López
Imagen por Marívi López
Me encanta! Sobre todo la parte de ” El reloj y el instante mantienen breves y veloces conversaciones…”
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un recuerdo para aquellos que supieron morir riéndose de la vida y haciendo burlas a la enfermedad y al dolor . Así todo fue más facil!!
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