Me propuse mirar al cielo cada día y no porque crea que vaya a veros, sino porque vuestras voces han resucitado del suelo para volar por él, dejando a las nubes como huella y al sol como vuestro reflejo.
Me volví débil al ver tan fuerte a la naturaleza y tan frágil los huesos de mi cuerpo.
Eduardo López
Imagen por Eduardo López